Al cuarto día de haber hecho la tintura, las semillas secas de neem se trituran en un mortero y se agregan al agua. Se dejan reposar toda la noche.
El agua se pasa por un colador de malla muy fina para quitar los residuos de las semillas. Se reserva.
La tintura también se cuela y luego se filtra, ya sea utilizando una servilleta o un filtro para café colocado sobre un embudo.
Vierta el agua en la botella de plástico con atomizador y agregue tres cucharadas de la tintura, reservando el resto para futuras preparaciones. Agite un poco y tendrá suficiente producto para varias rociadas.
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